Hoy Martes a las 19:10 de la tarde hacía exactamente una semana que nacía mi sobrino Manué. El primer hijo de mi única hermana, mi hermana pequeña. Mi hermanita Laura. No sería justo no mencionar aquí a mi cuñado Manuel Jesús ya que, en mayor o menor medida, algo ha aportado a este milagrito. (Tu sabes Manu que estas coñas las digo con todo el cariño del mundo).
Aunque el parto fue estupendo, (todo lo estupendo que puede ser un parto sin complicaciones), no recuerdo haber estado tan nervioso en mi vida. Nada puede compararse a algo así. Cuando Laura por fin salió del paritorio con su bebé en brazos y pudimos verle, con los ojillos abiertos, descubriendo el mundo y la vida por primera vez... ¿como podría describir la emoción que sentí al verlo? No lo sé. Creo que no puedo hacerlo con palabras. Y eso que me encanta describir cosas con palabras. Ganas de llorar, de llorar y reír al mismo tiempo. Reír y llorar por una vida que se incorpora a la tuya y que va a formar parte de tu mundo y que, a la vez, tu formarás parte del suyo. Sentir que darías la vida si fuera necesario por una personita a la que hace tan solo dos segundos no conocías de nada. Sentir, en ese mismo instante, que deseas convertirte en una persona mejor. Sentir que quieres acompañar a esta personita en el viaje que está por venir. Y querer decirle que nunca, nunca le abandonarás. Y que siempre estarás ahí cuando te necesite. Pase lo que pase.
Tienes un gran viaje por delante, Manué. Un viaje cargado de emociones y aventuras, de alegrías y penas, de descubrimientos, entusiasmo, arrepentimientos, decepciones, risas, lágrimas, amor, pasión, traiciones, tristeza y felicidad... Un viaje cargado de personajes buenos y otros no tan buenos. Te esperan 365 capítulos por año para rellenar la gran novela de tu vida. Te espera un viaje lleno de magia. Te espera la vida... tu vida.
Y estoy deseando de compartir esta vida contigo hasta donde el destino me lo permita.
Bienvenido al mundo, Manué.
Te quiero.
PD: Ese pijama de Superman fue la primera prenda que te pusieron al nacer. Y se hizo por petición mía, tu tío el friki. Espero que no me lo tengas en cuenta cuando seas mayor.
que bonito!!!! que gran tio vas a ser raúl!!!
ResponderEliminarAhora la que va a llorar soy yo!!! Que bonito lo que has escrito Raul. Aun recuerdo la cara de mi familia cuando se abrieron las puertas y aparecí con Nacho en la camilla. Lagrimas de felicidad y preocupación por todo lo vivido. Vas a ser un tito estupendo. El mejor tito del mundo para Manuel.
ResponderEliminarUn besazo.
No lo podrias haber descrito mejor,Raul, y se de lo que hablo porque esas cosas, esos sentimientos, esas emociones y tantas cosas que sientes y que no sabes explicar, yo tambien las sentí cuando nacieron mis sobrinos, los hijos de mi hermano pequeño.Espero y te deseo que disfrutes de el y con el,y que no dejen que te pierdas ningun momento de su vida.....
ResponderEliminarMe has hecho recordar tantas cosas.......Un beso enorme
Eres el mejor,se de más que tu hermana siempre te va a tener hay cuando lo necesite,lo digo por experiencia,pues siempre que lo he necesitado has estado tanto para las niñas como para mi;memorizas cada segundo que pases con Manuel,son los mejores momento que se puede pasar en esta vida junto a un niño.El mejor regalo de esta vida es el amor de un niño,te sientes pleno y muyyy querido,es como si todo los dias te inyectara vitaminas por venas.No cambies nunca Raúl,te quiero un besazo.
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